jueves, 16 de diciembre de 2010

¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE "ÁRABE CEUTÍ"?

Para referirnos de manera precisa al árabe hablado en la ciudad, hemos de remontarnos a dos etapas históricas distintas: la Edad Media, por un lado –época de esplendor de la cultura árabe en Ceuta y origen de la arabización del norte de Marruecos- y el siglo XIX, por otro. 

Los orígenes del árabe ceutí se hallan en el grupo dialectal andalusí hablado en el siglo X, “un periodo en el que se ha establecido el comienzo de una etapa de monolingüismo árabe en Alandalús, a la que se llegó tras un lapso de tres siglos de bilingüismo árabe andalusí-romandalusí” (Vicente, 2007).

Por otro lado, los primeros núcleos de población musulmana ceutí datan de mediados del siglo XIX –de 1860, para ser más exactos (Planet, 1998)-, cuando comienzan a instalarse en Ceuta inmigrantes procedentes de Marruecos que encuentran en la ciudad mayores posibilidades de promoción que en el vecino territorio. Es en esta época cuando comienza a hablarse “un dialecto de tipo occidental, prehilalí y rural, es decir, de las mismas características que el hablado en estas regiones septentrionales marroquíes” (Vicente 2008).

         El árabe ceutí de la actualidad es la lengua materna de un porcentaje muy elevado de  ceutíes, más aún si tenemos en cuenta a la población flotante. Se trata de una lengua minoritaria caracterizada por el uso oral y, por lo tanto, carente del carácter normativo que aporta la existencia de un código escrito. El árabe ceutí, fruto de diversas influencias y tendencias lingüísticas, está muy relacionado con la zona del Yebbala o Jbāla, región al norte de Marruecos que incluye, entre otras, las poblaciones de Tánger, Larache y Tetuán, ciudad esta última donde el dialecto puede ser considerado como un tipo de koiné septentrional, cada día más influenciada por otro gran grupo lingüístico marroquí, la koiné de Casablanca, que goza de un elevado prestigio a nivel nacional.

           Estamos, por lo tanto, ante un dialecto del árabe de origen fundamentalmente rural, de tipo occidental o magrebí (Vicente 2008), de grupos humanos sedentarios, con los rasgos característicos de los dialectos del norte de Marruecos y, además, con rasgos lingüísticos procedentes del castellano. Es precisamente esta confluencia de rasgos y tendencias la que hace del árabe ceutí una variante del árabe que funciona como código propio de la comunidad arabófona ceutí.


martes, 14 de diciembre de 2010

MANIFIESTO PARA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA LENGUA MATERNA

La lengua materna, también llamada idioma materno, lengua nativa y primera lengua, es el primer idioma que aprende un niño desde su nacimiento.

La lengua materna es la lengua con la que una madre arrulla a su bebé, lo duerme, lo consuela y le canta las nanas y las canciones que a ella le cantaba su madre, y a ésta su abuela… Es la lengua con la que, más tarde, la madre llama a su niño, le riñe, le explica lo que es bueno y es malo… y, en definitiva, es la lengua con la que el niño aprende a ver y a apreciar la vida.

La lengua materna se llama así porque tradicionalmente la madre es la que realiza las funciones señaladas. Es la principal trasmisora del lenguaje en los primeros años.

La lengua materna condiciona sobremanera los aprendizajes posteriores, ya que ésta es la base del pensamiento y configura una manera especial (y distinta, afortunadamente) de observar la realidad, de ver y de sentir la vida y el mundo que nos rodea. Por este motivo, la lengua materna de un niño es fundamental en la educación, ya que condicionará su modo de comprender y aprender, así como su manera de organizarse en la vida.

En ningún momento se considera primera lengua a la lengua “oficial” (mayoritaria o no) de un lugar determinado, sino a la primera que un ser humano aprende en el contexto familiar. Este hecho es incuestionable.

Ceuta es una ciudad multicultural, y en ella habitan ciudadanos que poseen como lengua materna el español, el árabe ceutí, la jaquitía y el shindi. Las dos primeras son las lenguas con un mayor número de hablantes.
  

La lengua castellana es la lengua oficial de Ceuta, la institucional, la que se utiliza en los organismos oficiales y en la que se imparte enseñanza. Además, es la lengua materna de gran parte de la población ceutí.


Por otro lado, el árabe ceutí es la lengua materna de aproximadamente el 40% de la población y constituye un bien patrimonial de muchos ciudadanos. Como reconocen los filólogos dedicados a esta cuestión, es un código lingüístico con entidad propia que se diferencia de otros dialectos norteafricanos precisamente por el gran número de hispanismos que contiene (fruto del contacto lingüístico y cultural con la lengua española).

La Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos indica, en su artículo 23, que “toda comunidad lingüística tiene derecho a usar su lengua y a mantenerla y potenciarla en todas las expresiones culturales. En efecto, la lengua es el refugio ancestral de nuestra alma y nos corresponde situarla en el lugar que se merece.


Pretendemos con este manifiesto que se aprecien y valoren en su justa medida las diferentes lenguas maternas que existen en la ciudad y que sirven de vehículo de comunicación y de expresión de inquietudes y sentimientos entre sus habitantes.

La lengua materna es un bien patrimonial que merece una necesaria valoración para que nuestra ciudad transite de la multiculturalidad a la interculturalidad y hacia la verdadera integración.