jueves, 17 de marzo de 2011

DÍA DE LA LENGUA MATERNA EN CEUTA

El pasado mes de febrero el profesor Daniel Cassany acudió al Centro de Profesores y Recursos a desarrollar dos sesiones formativas con los docentes ceutíes. Esta es la entrada que ha dedicado a la experiencia de volver a Ceuta después de ocho años:


Regresé a Ceuta hace varias semanas, para cerrar un curso en el CPR sobre "Competencias básicas en comunicación lingüística". Como en la primera ocasión, hace años, vuelo hasta Málaga y luego helicóptero hasta Ceuta, en un viaje sobrecogedor en el que se divisa todo el estrecho. Fascinante.

La asesora de lengua del CPR, Verónica Rivera, me envió previamente un magnífico resumen sobre la situación lingüística y educativa en la ciudad, que debería difundirse porque somos muchos los que ignoramos realmente lo que ocurre en este enclave tan particular, lingüísticamente, culturalmente, políticamente, etc. Entre otros datos, de los 80.ooo habitantes, casi el 50% son bilingües, o sea, lengua materna dariya y con conocimientos de español; el resto, obviamente, son monolingües españoles. Como dice Verónica, son dos comunidades separadas que cohabitan pacíficamente: la hispana y cristiana, de origen europeo, y la árabe y musulmana, de origen africano. Su distribución varía según las franjas de edad y según los estratos socioeconómicos, obviamente. Tampoco hay que olvidar dos comunidades diferentes, la hebrea y la hindú, que constituyen un 1,5% de la población, que tienen un estatus económico potente y una presencia reconocida en la ciudad, con templos religiosos y asociaciones. En la escuela, por supuesto, la distribución varía notablemente: en primaria casi el 70% del alumnado tiene el dialecto árabe como lengua materna.

Me tocó estar allí, en Ceuta, el lunes 21 de febrero, día internacional de las lenguas maternas (UNESCO 1999) y me sorprendió que los dos periódicos de la ciudad lo celebraran con editoriales muy positivas, recordando el derecho de las personas a escolarizarse y aprender con su lengua materna y celebrando el plurilingüismo y el multiculturalismo. Se entiende perfectamente si pensamos que este segmento de la poblicación --que se siente "musulmán, ceutí, español y europeo", como me recoraba una profesora con el pelo tapado con un pañuelo-- ha adquirido la facultad humana del lenguaje con una lengua, el dariya, que se habla en todo el norte de Marruecos, que es denigrada en Ceuta por los hispanohablantes y que también es denigrada en Marruecos, por considerarse un dialecto malo o sin valor, en comparación en el árabe culto o la variante del sur. De modo que son ciudadanos doblemente diglósicos y doblemente marginados por su condición lingüística. También así se entiende que habitualmente mezclen el español en sus conversaciones en dariya, para demostrar a todos que son ceutíes (y españoles, europeos) y no marroquíes.



Fuente: http://exploradorl2.blogspot.com/2011/03/dia-de-la-lengua-materna-en-ceuta.html?spref=fb

martes, 8 de marzo de 2011

Una lengua bajo sospecha

     "Sin protección administrativa alguna (el vigente Estatuto de Autonomía no incluye ninguna referencia la pluralidad lingüística local) el árabe ceutí progresa en la calle y su uso, lejos de decrecer, aumenta, paradoja sobre la que llama la atención el director provincial del Ministerio de Educación, Aquilino Melgar, que parece menos reacio que ninguno de sus antecesores a introducir en las aulas esta lengua para lograr que los alumnos que la tienen como idioma materno mejoren su aprendizaje del castellano, como defienden que es oportuno hacer multitud de especialistas.

     No será fácil. Casos reales: en algunos colegios de Ceuta se prohíbe, reprime y reprocha a los estudiantes hablar en árabe en el patio, se sigue mandando copiar a los alumnos centenares de veces que el idioma que deben usar es el castellano y a los alumnos del último curso de Magisterio que hacen sus prácticas como docentes se les pide que no dejen entrar en el aula a los niños de tres años que no les saluden en español.

La versión oficial dice que tales medidas sólo persiguen que los alumnos dominen el castellano, lengua vehicular en la escuela pero herramienta accesoria y perfectamente prescindible en muchas barriadas ceutíes, lo que hace de esta ciudad un contexto socioeducativo “casi único” en España, según el profesor de la Universidad de Cádiz Rafael Jiménez, ceutí. El tópico afirma que las familias que hablan con sus vástagos en árabe son en parte responsables de su fracaso escolar por no inculcarles el monolingüismo.

     Los expertos no piensan lo mismo. Responde la asesora del ámbito sociolingüístico del Centro de Profesores y Recursos (CPR), Verónica Rivera: “Tener una lengua materna distinta a la oficial no es, ni mucho menos, un factor clave de fracaso escolar. El problema surge“, contrapone, “cuando no se aborda de manera adecuada la diversidad lingüística en las aulas. No podemos ignorar o anular la cultura y, por lo tanto, la lengua del alumnado bajo un modelo basado en el asimilacionismo”.

     Por ello, como la ponencia sobre política educativa que UDCE presentó en su última Asamblea, Rivera defiende que sea el sistema educativo el que se adapte a la sociedad que lo rodea y no al revés: “La presencia de las lenguas en la escuela es fundamental”, opina Rivera, quien recuerda que “de hecho, el Ministerio de Educación está promoviendo el Portfolio Europeo de las Lenguas, un documento en el que los que aprenden o han aprendido una lengua, dentro o fuera del aula, pueden registrar sus experiencias de aprendizaje de lenguas y culturas y reflexionar sobre ellas.
Pero el árabe sigue sin estar hoy en los colegios más allá de en la boca de un 60% de sus alumnos, que padecen tasas de fracaso escolar que se ceban particularmente con los estudiantes árabo-musulmanes. “No se trata sólo de factores lingüísticos, sino también socio-económicos que la escuela no puede controlar”, advierte Jiménez".

Testa Méndez, G. (2010): "Una lengua bajo sospecha", El Pueblo de Ceuta. Véase el artículo completo en http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=3617